Zorionak, “Mi Fernando”

"Mi Fernando"

San Valentín. Este día jamás me ha importado mucho que digamos en el sentido romántico de la palabra (y últimamente menos que nunca), lo que no quiere decir que el 14 de febrero no esté lleno de amor. Hoy hace 62 años que nació “mi Fernando”, como dice mi ama  cuando nos pilla a Diana y a mí metiéndonos con el sexo masculino: “Sí, todos son iguales, ¡menos mi Fernando!”. Y eso después de 38 años de casados.

¿Y quién le quita la razón? ¿Quién hacía de conejito  de indias sin rechistar mientras mi hermana y yo le trenzábamos el pelo? (Sí, sí, hubo un tiempo en que tenía pelo). ¿O nos ayudaba con los puzzles? ¿Quién me llevaba todos los fines de semana sin falta a ver al Ortuella con el tío Guillermo? ¿Y quién ha trabajado como un burro toda su vida para comprarme ropa, comida, pagarme la universidad y hasta el billete de avión cuando les abandoné vilmente cinco minutos después de licenciarme para venir a Boise?

A primera vista he oído decir que mi aita es serio y poco hablador. Por favor que no os engañe. Si algún día os cruzáis con él enseguida caeréis en la cuenta de que nada va más lejos de la realidad. Mi aita tiene un gran sentido del humor y habla como el que más. También es cierto que, a diferencia de su hija (¡hijas!), sabe callarse la boca cuando es necesario.

Mi aita es una persona admirable; no conozco a nadie que piense lo contrario. Recuerdo aquella vez, cuando cerraron la central nuclear de Lemoniz y estuvo en paro unos meses. Yo era pequeña y no me dí cuenta de nada. Ahora que soy bastante más mayor y tengo mis propios hijos, me imagino que aquellos fueron unos meses muy duros para mis aitas. Sin embargo, no recuerdo estrés ni malos ratos, solo recuerdo a mi aita, sentado en el escritorio horas y horas, cubo de Rubrick en una mano y manual de instrucciones en la otra, hasta que por fin consiguió corregirlas , porque estaban mal. Mi aita no sabe estar sin hacer nada.

ZORIONAK, AITA! Asko maite zaitut!

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