Extraño

extraño, ña.

(Del lat. extranĕus). 1. adj. De nación, familia o profesión distinta de la que se nombra o sobrentiende, en contraposición a propio. U. t. c. s.; 2. adj. Raro, singular; 3. adj. extravagante. Extraño humor, genio Extraña manía; 4. adj. Dicho de una persona o de una cosa: Que es ajena a la naturaleza o condición de otra de la cual forma parte. U. t. c. s. Pedro es un extraño en su familia; 5. adj. Que no tiene parte en algo. Juan permaneció extraño A aquellas maquinaciones; 6. m. Movimiento súbito, inesperado y sorprendente; 7. f. Planta herbácea de la familia de las Compuestas, con tallo rollizo, velloso y guarnecido de muchas hojas alternas, aovadas, lampiñas, con dientes desiguales, y tanto más estrechas cuanto más altas están; flores terminales, grandes, de gran variedad de colores, pues las hay blancas, azules, moradas, encarnadas y jaspeadas. Procede de China, y se cultiva mucho como planta de adorno. serle a alguien ~ algo; 1. loc. verb. No estar práctico en ello o ser impropio para él. (Real Academia de la Lengua Española).

Me siento extraño. Mañana a estas horas habré regresado al país que me acogió durante tanto tiempo. Ya han pasado 7 siete años desde mi última visita, y 17 más desde que llegué por primera vez una noche de Septiembre en la que llovía a cantaros, había huelga del transporte público, estaba agotado, y no sabía ni una palabra de inglés. Fue una noche larga que me condujo a un amanecer resplandeciente, a uno de esos raros días, como aprendería más tarde, en los que el sol lucía. Parecía otro país. Sorprendentemente, a pesar del transcurrir de las horas mi inglés no había mejorado ni un ápice.

Los largos días, dieron paso al rápido pasar del tiempo. Ese primer año pronto se convirtió en el año fundacional de mi propio calendario. El Año 2, el Año 3, el Año 4…y de esta manera marcaba mi tiempo. Era un renacer, un rehacerse a sí mismo. El inicio. Dicen que el bíblico número 7 es sinónimo de muchos, muchos años…en sí la vida de los emigrantes es como las vidas de los gatos…

Esa primera mañana de mi primer día de mi primer año recorrí el campus de la universidad de norte a sur y me enamoré de su silencio, de la tranquilidad, de la serenidad, del paisaje, de los edificios, de los colores del otoño irlandés. Pensé en lo maravilloso que sería vivir allí para siempre. Pasado mañana me gustaría volver a desandar ese mismo camino andado hace tantos años. No sería tanto regresar al punto de partido sino de completar un viaje que inicie mucho antes de haber salido de Bilbao. Pero esa es otra historia. Sergio nunca pudo visitarme en Irlanda pero le gustaba oírme hablar de mis aventuras y sobre todo desventuras en el país de James Joyce. Ojala le hubiese hablado más de mi vida fuera de mi vida trazada desde mi nacimiento. Pasado mañana Sergio vendrá a pasear conmigo.

Ese breve instante de esa primera mañana dio lugar a 8 largos años, unos más felices que otros, pero todos intensamente vividos, gastando tantas vidas o más que la de los gatos. Me siento extraño como arqueólogo que hace catas en una memoria abandonada a su suerte, a un olvido interesado para poder rehacer el camino hacia otro destino sin mirar hacia atrás. Sin permitirme ningún lujo de sembrar nostalgias en el campo de la memoria, crucé el Atlántico para volver a empezar, para reinventarme un nuevo calendario; esta vez siendo consciente que todo calendario es caduco desde su primer segundo de vida.

Y de todo esto perduran esas pequeñas cosas de la vida…un paseo, un beso, un abrazo, un te quiero, el transcurrir de un viaje…Y por pequeñas merecen la pena ser vividas. A algunas las cambias y las muchas te hacen cambiar. Y todo cambia y que yo cambie no es extraño…

“Pero no cambia mi amor

Por más lejos que me encuentre.

Ni el recuerdo ni el dolor

De mi pueblo y de mi gente…”

(Julio Numhauser)

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6 thoughts on “Extraño

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  3. Galmena

    Raro, extraño, inmigrante, el que se encuentra en busca de un hogar,… y la pregunta ¿te acuerdas del día que saliste de tú país? Y si nunca saliste y te sientes raro, extraño, inmigrante y sin hogar… ¿son, acaso, cualidades de personas que no se encuentran en su tierra o tan sólo de gente que se encuentra perdida en la vida? Tenemos muchas identidades, dependiendo del momento unas tienen más importancia que otras: género, nacionalidad, familiares, profesionales,… y por otra parte el hogar, sobre todo si hablamos de vascos, comenzó siendo la unidad del baserri y el nacionalismo amplió ese sentimiento de hogar al pueblo vasco en su totalidad. En mi caso, sigo buscando un hogar, pero deje de encontrarme extraña cuando me cambié de apellido… “las personas no tenemos raíces, nosotros nos movemos, los árboles no” qué frase tan discutible (a pesar de ser de un antropólogo posmo -de los míos…-)… yo no me he movido, no he viajado, no me he buscado en otro sitio, pero un día me encontré en el juzgado cuando decidí tener el apellido de mi abuelo. Me reinventé. Y ya nunca he tenido dudas de mi identidad personal. ¿Y el hogar? Lo tengo en tareas pendientes…

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