Flammis Acribus Addictis

“Confutatis maledictis,

Flammis Acribus Addictis,

voca me cum benedictis”

Wolfgang Amadeus Mozart (Requiem Mass (K626) in D Minor, Vienna in 1791)

Ten years ago Basque poet Sergio Oiarzabal, from Bilbao, won the National Poetry Prize Miguel Hernández Foundation in 2003 with his acclaimed work “Flammis Acribus Addictis,” which was published two years later. He defined his literary work with the concept of “violent poetry,” understood as a passionate, impetuous, and fiery poetry. He was influenced by the French Surrealism and the Generation of ‘27 movements. Sergio became one of the most significant figures of his generation in the world of Basque poetry written in Spanish.

NADIE ME HA QUERIDO COMO TÚ

con tus labios que al separarlos de mí,

de mí hicieron una marejada que se aleja,

con tu voz que al susurrarse en mis oídos,

peine las altas hierbas de mi gran silencio,

con tu piel que junto a mi piel son y serán

barcas y arena de crepúsculos rojizos,

no, nadie me ha querido como tú.

(Fragment of the poem “Sociedad Secreta” ©).

Flammis-Acribus-Addictis-Sergio-Oiarzabal-2013

ÚNICAMENTE TENGO MI PALABRA

la doy en la escarcha que aguarda con mis siglos la ceniza,

y avanza hasta la sequía pero cantando en las piedras que con mis labios se hicieron redondas,

y la reparto con las semillas que olvidaran el origen tan tuyo de estas raíces;

una palabra que fuera salvación en el naufragio de las tempestades,

una palabra que celebra misas negras en los festines del exceso,

una palabra que será amotinamiento y última afrenta en los calabozos y el patíbulo,

para los niños con pulgas que un día se reirán de que lloraron,

para las reinas de la lencería roja que únicamente lamen lascivas mentiras viejas,

para los muertos míos que un día besé en el esplendor de todas sus cicatrices,

únicamente mi palabra,

aquellos erizos que hicieron galerías en las sombrías tierras de un alma y en su fango,

estas cuerdas que hoy la mañana hace de sus horas un arpa inmensa de resplandores,

tantas gusanas que carcomen con ocasos huesos tan rotos como los de mi voz negra;

únicamente mi palabra,

que soportó mis latidos días, meses, años, y centurias con rigor de semilla, con paciencia que roe demoras,

únicamente mi palabra,

hasta que de una vez y para siempre sople el viento sople, estas y todas mis palabras de arena inoportuna

(Poem “Auto de Fe” ©).

Mozart Requiem Mass, Confutatis maledictis.

NO TENGO MIEDO A LA MUERTE, TENGO MIEDO A MORIR
acaso no tiembla la tierra como una hoja cuando se aproxima ardiendo el otoño?
pero en mi voz la primavera me otorga el pleno gozo de lo jamás vivido,
y ¡ay de mi corazón de agua cercado por cinco lunas nuevas!
No, no temo más muerte que el fulgor de un último rayo,
que el final de las escalinatas podridas,
que el cáliz no ofrecido en ceremonias secretas,
o que la visión del precipicio hacia los vientos enzarzados en llamas,
no, no temeré más muerte.
Yo no seré la rosa que se abre y marchita en un mismo tallo,
habré de ser fugaz la estrella que atraviesa el universo de una vez para siempre,
y ¡ay de mi corazón negro cercado por cinco lunas de agua!
Cada mañana rastreo las huellas de un sol que se aleja con asco,
dejo una daga ensangrentada en las humaredas que por los cielos huyen,
deshojo con ensueño margaritas de una infancia que no se olvida,
y enloquecido le susurro a los labios carnosos de la noche y el beso;
no tengo miedo a la muerte no, tengo miedo a morir,
a siempre quizás echar el cerrojo de un último verso por su actitud parricida,
¡y ay de mi corazón de piedras cercado por cinco lunas de musgo!

(Poem “Aseranada” ©).

“Only when I write I speak out…my best poem is the one I have not written yet.” Sergio left us today three years ago, at the age of 36.

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