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Traductor de Sueños

“Cuando pronuncio la palabra Futuro,
la primera sílaba pertenece ya al pasado.
Cuando pronuncio la palabra Silencio,
lo destruyo.
Cuando pronuncio la palabra Nada,
creo algo que no cabe en ninguna no-existencia”

                                                                 Wislawa Szymborska (Las tres palabras más extrañas, Instante, 2002)

Hoy recordamos al poeta vasco Sergio Oiarzabal y a su libro “Traductor de Sueños por Babilonia”, editado de manera póstuma por Masmedula Ediciones en 2010.

BUSCARÉ EN LA PALABRA HASTA ENCONTRARTE

aunque haya de dormir a la intemperie, entre abismos, no me importa,

sé soportar el doloroso hallazgo de cuando una puerta te da la espalda,

en tu alma la llama de los dones hace años que lo ocupa todo,

las sombras están a la espera de ser arañadas por la añoranza,

nunca le importunó lo bastante al camino saber hasta dónde,

al igual que en los pueblos tus besos están llenos de habladurías,

cúantas tardes he comulgado las hostias dulces de tus pechos,

para qué mirar al mar si se ha de naufragar en otra carne,

que deshacer ahora la maleta de una vida sería toda una locura,

y decidido en campanas de cristal sobornaré a la mismísima muerte,

mientras las ninfas alcoholizadas cantan sus cuitas mejor que nunca,

no temo para nada vaciarme por dentro y por dentro llamarte a gritos,

para nada temo cavar mi espíritu del mismo tamaño que el de tu cuerpo,

y para nada desenterrarme vivo donde únicamente caben los dulces años de tu nombre.

(Poema “No hay por qué subestimar a las nubes” ©).

Traductor-de-sueños-por-BabiloniaME RECUERDAS A LA LUZ MÁS OCULTA DEL DÍA

mientras regreso a lo que jamás se abandona, al tiempo que nos conquista,

porque pensar en otra persona no deja de ser milagro,

porque tu voz tal vez sea pelirroja desde siempre,

porque dentro de poco morderé la manzana de tu boca,

porque tu piel es agua quieta que añora un nombre,

me recuerdas al mar que jamás por nadie podrá ser enterrado.

(Fragmento del poema “Fugaz por dolorosa” ©).

Homenaje a Sergio Oiarzabal (17 de febrero de 2011, Biblioteca Bidebarrieta, Bilbao).

HOY HAS LLEGADO EN UNA CARTA

desde Isla Capital nº 67, Avda. Oleaje, Marisma;

lo sé por el sol y las algas, por el día y la brisa, por tu espalda curtida por la historia,

y te he recibido en el salón de los relojes que hay al final de mis ojos,

cuántas noches me he perfumado las manos con tus palabras,

pero cuántos años me has pintado la boca con el carmín de tus palabras,

y te he arropado entre las pieles salvajes de mi cuerpo

suaves como los ríos, suaves como en invierno, suaves…

al verte de nuevo desnudarte frente a mí

bajo las sedas trasparentes donde tu voz vive apresada por las mieles,

he podido acariciar los adverbios de tu cabello,

tenías los labios pintados de un neologismo glorioso,

vi que en tus piernas había puntos suspensivos,

y tus pechos olían al ¡Oohhh! de los niños cuando los cuentos,

al ¡Oohhh! en los fuegos artificiales, ante un gran truco de magia,

y tus brazos eran dos signos exclamativos que salvaguardan tu existencia,

tu existencia que reluce,

tu existencia madre de las vocales que deletrean un abecedario nuevo.

 

Eres por tanto la frase inconclusa que hoy pretendo dejar escrita para siempre.

(Poema “Isla capital” ©).

“Propagad la voz en el barrio como una epidemia de confusiones. Propagad la voz en el barrio de que aún sigo vivo”. Sergio nos dejó tal día como hoy hace cinco años.

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Bilbao

“[La luna] es una piedra que se hunde en un lago de memoria, un espejo opaco, una sonrisa sin dientes”

(Iosu Expósito en Beñat Arginzoniz, Pasión y muerte, 2013: 48)

En la pista de despegue.

La velocidad se incrementa. La fuerza me empuja contra el respaldo del asiento… ¿Y si todo terminase aquí? ¿A dónde irían mis últimos pensamientos? ¿Y si todo terminase en este instante? Me apresuro a buscar un bolígrafo y un trozo de papel en el bolsillo del abrigo que reposa sobre mis piernas. Escribo con premura estas líneas que leen. Ya estamos en el aire. El instante ya ha dejado de existir.

20150309_174024Amanece en Bilbao. Febrero de 2015.

En el aire.

Miro a mi derecha. Ha amanecido. Entre nubes grises, rayos de luz roja. Dejo atrás ese ya Bilbao post-apocalíptico de Gabriel Aresti, “Oskarria zabaltzen da / euskaldunen lurrean” (“Rompe un rojo amanecer / en la tierra de los vascos”).

Me sumerjo en la lectura del último libro de Joseba Zulaika sobre una generación que ya tenía mayoría de edad cuando mis ojos vislumbraron por primera vez el mundo. “Ese Minotauro ciego se convertiría no solo en la expresión de la batalla amorosa librada por Picasso, sino también en el emblema de nuestra generación, la generación de ETA” (Vieja luna de Bilbao. Crónica de mi generación, 2014: 24). Entre mis manos yace el testamento de una generación, que en sí alienta la limitación de nuestra condición imposible. Se convierte en el deseo inacabable de conseguir lo improbable.

20140530_180040Zulaika en el Guggenheim Museoa. Mayo de 2015.

En Pasión y muerte de Iosu Expósito, Beñat Arginzoniz narra los últimos días del guitarrista de Eskorbuto. Es un Iosu enfermo que no se resigna a morir. “Ahora es la luna la que te busca. La luna te busca por las esquinas de la sorpresa. Sientes en tu espalda su mano helada, sus blancos dedos de cera, y escuchas su voz de ecos dormidos y de metales tristes” (2013: 48).

En Zulaika Bilbao también se resiste a morir. Parafraseando al fallecido Philip Levine, originario de la ciudad de Detroit, ésta al igual que el Bilbao dantesco de Zulaika o de Aresti es una ciudad devastada, la más devastada quizás, en la que “no hay menor atisbo de grandeza heroica. Lo único que queda son hombres, animales, plantas y flores que insisten en afirmar su derecho a la existencia” (The Art of Poetry No. 39, 1988). Cual ave fénix de la postmodernidad, “incluso después de las ruinas y la derrota persistió el mandato: debes cambiar tu vida, debes transformar la ciudad”, Zulaika proclama. Bilbao resucita.

20150312_081225bGuggenheim Museoa. Abril de 2015.

De similar manera que el avión batalla entre nubes, y el horizonte se discierne, no dejo de preguntarme por la fantasía aceptada de esa línea imaginaria que separa el cielo y la tierra, delimitando la frontera entre el reino de los dioses y el de los humanos. Ponemos rumbo a Budapest. Hoy atraparemos el infinito. El avión ha virado y el sol me ciega.

Llegamos a Budapest. El bolígrafo ha explotado en mis manos. Las marcas de la tinta han crucificado mi mano derecha. Ha dejado más huellas que los renglones aquí escritos. ¿A dónde irán estas palabras? ¿A quién le importarán?

En Budapest.

Tránsito por sus calles. Unas calles que poco tenían que ver con Rapsodia de sangre, una película de 1957 de Antonio Isasi-Isasmendi que recreaba la Hungría del otoño de 1956 bajo el horror del régimen soviético. La película había sido parcialmente filmada en Bilbao, convirtiendo al Nervión en el improvisado, aunque algo famélico, substituto del todopoderoso Danubio de la “Guerra Fría”. Sucumbíamos a un verdadero juego de artificio. Sucumbimos al exceso. En una de nuestras idas y venidas por la ciudad, la antropóloga Mariann Váczi conversa sobre Zulaika, su trabajo y por su puesto sobre su último libro. “¿Ves la luna?”, me pregunta. Era una esfera plena de luz que se proyectaba como nunca sobre los edificios de Buda. La ultima luna llena del año. Era aquella vieja luna de Bilbao que nos perseguía en Budapest y se bañaba en las mansas aguas del Nervión-Danubio.

Hablamos sobre un futuro prometedor y sobre su primer libro como si de un recién nacido se tratase (Soccer, culture and society in Spain. An ethnography of Basque fandom, 2015). “Más de cinco años de trabajo y en dos meses lo tendré en mis manos. ¿Qué se siente cuando por fin lo puedes tocar con tus propias manos?”. “Tan pronto lo tengas delante de ti ya no te pertenecerá, nos pertenecerá a todos”, le conteste.

20141213_012552cMariann Váczi. Diciembre de 2015.

En Bilbao.

Aterrizamos. Llueve. “La pasión de lo real”. El hecho mismo de la vida parece que se debate en el derby del Athletic y la Real. Mientras el equipo “local” alineaba a más jugadores guipuzcoanos que el “visitante”, éste contaba entre sus filas con más jugadores de Bizkaia que los de la cantera de Lezama. Ambos equipos yacían a los pies de la verdad. Se retrataban ante la efimeridad de la identidad; ante el espejo inverso de la supervivencia.

Hacia Reno.

Retorno. Regreso a las últimas páginas de Vieja luna de Bilbao. El círculo se está completando. La lectura está a punto de terminarse y el capítulo de mi nueva estancia a punto de iniciarse. Desde la lejanía, Bilbao es nuestro Sergio al que ya no puedo volver. “No finaliza el viaje. No. Yo nazco, nací, yo nazco en la palabra. Ella es el carmín rojo de los deseos” (Delicatessen Underground. Bilbao Ametsak, 2008).

[Nota: Todas las fotografías son de Pedro J. Oiarzabal ©]

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#NotInMyName

Excusatio non petita, accusatio manifesta.

Soy vasco, y soy un terrorista o quizás no.

Cuando me preguntan: “¿De dónde eres?”…unas veces digo, soy ciudadano de un país que bombardeó a otro sin la aprobación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, soy un terrorista.

Me gusta la carne carbonizada y el vino del Duero, soy un terrorista.

No fui de Gesto por la Paz…no, no lo fui, prefería echar quinitos y escuchar a Eskorbuto, tanto andar no podía ser bueno, soy un terrorista.

Leo literatura vasca ¡en euskera! (y en inglés también)…confieso haber echado un vistazo (de reojo) al Egunkaria, y de ser muy fan de las viñetas de Tasio en el Gara y del twitter fake de Sabino Arana, soy un terrorista.

No me gusta el fútbol…en fin, desde que las chicas juegan al futbol me gusta más, soy un terrorista.

Confieso haber usado la expresión “conflicto vasco”, y seguir usándola incluso en alguna revista académica de impacto mundial, soy un terrorista.

Yo jamás tuve una novia (…en San Sebastián), soy un terrorista.

Escribo “Bizkaia” y no “Vizcaya”…y al revés también, soy un terrorista.

Los pintxos al igual que los chicken McNuggets te ilusionan al principio pero terminas por cenar en un chino, soy un terrorista.

Creo que en España y en el País Vasco sigue habiendo torturas y terrorismo de estado…los desahucios no me parecen muy pacíficos, por ejemplo, soy un terrorista.

Algunas canciones de Benito Lertxundi no me ponen los pelos de punta, soy un terrorista.

Quiero que en el País Vasco haya una transición “a la francesa” (hay que poner en valor la Terreur), soy un terrorista.

En mi casa siempre hay una botella de Pacharán Zoco (para las visitas), soy un terrorista.

Creo que el perdón de las víctimas no se ha de pedir, y el arrepentimiento de algunos victimarios no se ha de exigir, soy un terrorista.

Si estoy mucho tiempo sin volver a Bilbao, cuando el avión aterriza en Loiu me acojono…pido que Foronda sea el aeropuerto principal del país, soy un terrorista.

Soy un terrorista, pero no soy un terrorista o quizás sí.

Espero no tener que volver a repetirlo nunca más.

[Entrada inspirada en “Un libro al día”. Y tú ¿crees que no eres un/una terrorista? Envía este “comunicado” a tus colegas o escribe tu propia respuesta y háznoslo saber.]

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Le petit mort

A Juan Larrea

¡Oh deseable! Tan deseable muerte por un momento que trasciende el sueño. Desvelaré la confesión oculta bajo el carmín de tus labios, bajo el carmín verde de tus labios, con alguna que otra nube traspasada por dagas en mis besos. Cómo me atraviesa el rayo desde la A a la U. Pero cómo veo todo, con ojos en blanco, cuando me poseen los versos que escribe locamente mi mano fenicia a expensas mías, en plenitud de desmayo. Yo te invoco Damisela con voz fugaz sin escapatoria, por tu color a rebelde barco, en la ciudad que desde que la abandonaste arde todos los diciembres de cada mes, por la primavera que da a luz de cabaret tu claustrofobia impenetrable donde reinaba el humo de los motines, y tu poderosa voz sembrada de tantas puertas, ¡ay Damisela! cuando hasta tus rodillas se alzaban las columnas de los estilitas, cuando no dejas de ser un continente de las primicias para los tronos de la historia, cuando con tu lengua estrenaste un torreón en medio que relame de vez en cuando el mar golpeado por un martillo, ¡ay Damisela! mientras con tu respiración encendida de celdas, mientras con tus jadeos de carnaval perpetuo, mientras con tu silencio de enorme campana de cristal dieron las doce del espíritu y despiertan a su ser las cosas todas de su letargo.

Sergio Oiarzabal (1973-2010), “Delicatessen Underground (Bilbao Ametsak)” (2008).

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Decide

a:  to make a final choice or judgment about

b:  to select as a course of action

c:  to infer on the basis of evidence:  conclude

d:  to bring to a definitive end

e:  to induce to come to a choice

f:  to make a choice or judgment

Within the context of the swell and unparalleled power that we individuals are able to exercise in the so-called Western society regarding the ability to choose from an unborn baby’s sex to religion, citizenship and even physical aspect, it is incomprehensible how difficult it becomes when addressing the issue of exercising the rights of political national groups and their capability to decide on a collective basis.

From the 28th to the 30th of May, international experts debated the meaning of Basque nationhood in a globalizing world in Bilbao. Organized by the International Catalan Institute for Peace, the Peace Research Institute of Oslo, and the University of the Basque Country, the meeting explored the meaning of sovereignty from many different angles as it is everyday practiced. On the last day of the conference, local social groups shared their experiences on practicing “sovereignty” by acting upon it on their daily decisions, for instance, about promoting the use of the Basque language, Euskera, the respect for our environment, and defending the workers’ rights. Among those groups, Gure Esku Dago (It’s in our hands) embodies this theoretical concept of “sovereignty” as an initiative in favor of the right to decide. On the 8th of June, this popular initiative will organize a human chain of 123 kilometers uniting the cities of Durango (Bizkaia) and Iruña (Navarre). As of today, more than 100,000 people are supporting the event, in the homeland as well as in the diaspora.

Gure-Esku-Dago-Argentina“Gure Esku Dago” in Argentina. Supported by the Federation of Basque-Argentinean Entities (FEVA).

Coincidentally, on the 29th the Basque Autonomous Community Parliament (Basque Parliament, hereafter) adopted, by a majority vote, a resolution on the right of self-determination of the Basque People as a basic democratic right as it previously did in 1990, 2002 and 2006. Two days and 20 years earlier, the Public Law 8/1994, passed by the Basque Parliament, became the current legal framework of institutional relationship between the Basque Autonomous Community and the diaspora, which was established in order to “preserve and reinforce links between Basque Communities and Centers on the one hand, and the Basque Country on the other hand,” and to “facilitate the establishment of channels of communication between Basque residents outside the Basque Autonomous Community, and the public authorities of the latter.” Indeed, the passing of the law itself became a clear act of sovereignty, which legally recognized the existence of a large population of Basque people outside its administrative borders—a true transnational  community of citizens—and provided a formal framework for collaboration. Looking back there is a need to acknowledge the visionary work done by Karmelo Sáinz de la Maza—the main person behind the law—or the late Jokin Intxausti—the first government delegate in charge of re-establishing contacts with the various Basque diaspora associations and communities—among many others.

Carmelo_Urza_Jokin_Intxausti_and_William_A_DouglassCarmelo Urza, Jokin Intxausti, and William Douglass, at the then Basque Studies Program, University of Nevada, Reno (UNR), 1986. Photo Source: Basque Library, UNR.

Also, the anniversary of the Law 8/1994, which surprisingly has passed unnoticed, offers us an opportunity to rethink our identity in terms of a borderless citizenship within the context of the current Basque presence in the world. The fact is that the reality of today’s mobility and return to the Basque Country is quite different from past emigration waves. It is necessary, in my opinion, to adequate the law to the new flows of migration and return, while enhancing and strengthening the programs towards the needs and demands of individuals and associations with the goal of intertwining a solid global network based on common interests.

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Recap: Volume III, 2013

Similar to the imminent art of improvising verses in the Basque language, or bertsolaritza, our life, especially in the digital world, is ephemeral. This oral tradition reaffirms and expresses an identity rooted in a specific area but with a global projection thanks to the emergent technologies of information and communication. Since its inception Basque Identity 2.0 has assumed the challenge of its own fugacity by exploring different expressions of Basque identity, understood in transnational terms, through a global medium. Perhaps, this comes down to accepting that our ephemeral condition is what really helps to shape our collective memory and identity, and which are constantly revisited and reconstructed.

Bertsolaritza-2013Maialen Lujanbio, bertsolari or Basque verse improviser, sings about the Basque diaspora. Basque Country Championship, Barakaldo (Bizkaia), December 15, 2013. Source: Bertsoa.

In June, we celebrated the 4th anniversary of Basque Identity 2.0. I would like to acknowledge our colleagues and friends from A Basque in Boise, About the Basque Country, EITB.com and Hella Basque for their continuous support and encouragement (“Sucede que a veces”—“It happens sometimes,” May post).

We began the year reflecting on our historical memory, which has increasingly become a recurrent topic in the blog for the past two years. Through the stories of Pedro Junkera Zarate—a Basque child refugee in Belgium from the Spanish Civil war—Jules Caillaux—his foster dad while in Belgium, and one of the “Righteous among the Nations”—and Facundo Sáez Izaguirre—a Basque militiaman who fought against Franco and flew into exile—I attempted to bring some light into a dark period of our history. Their life stories are similar to some extent to many others whose testimonies are critical to understand our most recent history of self-destruction and trauma (“Algunas personas buenas”—“Some good people,” February post). Some of these stories are part of an ongoing oral history project on Basque migration and return. As part of the research I was able go back to the United States to conduct further interviews and to initiate a new community-based project called “Memoria Bizia” (“#EuskalWest2013,” November post).

In addition, May 22 marked the 75th anniversary of the massive escape from Fort Alfonso XII, also known as Fort San Cristóbal, in Navarre, which became one of the largest and most tragic prison breaks, during wartime, in contemporary Europe. This was the most visited post in 2013 (“The fourth man of California,” March post).

On the politics of memory, I also explored the meaning of “not-forgetting” in relation to the different commemorations regarding the siege of Barcelona 299 years ago, the coup d’état against the government of Salvador Allende 40 years ago, and the 12th anniversary of the terrorist attacks against the United States. Coincidentally, September 11th was the date of these three historical tragic events (“El no-olvido”—“Not-to-forget,” September post).

The Spanish right-wing newspaper ABC led the destruction of the persona of the late Basque-American Pete Cenarrusa, former Secretary of the State of Idaho (United States), by publishing an unspeakable obituary. Nine blogs from both sides of the Atlantic (A Basque in Boise, About Basque CountryBasque Identity 2.0Bieter Blog, 8 Probintziak, Nafar Herria, EuskoSare, Blog do Tsavkko – The Angry Brazilian, and Buber’s Basque Page) signed a common post, written in four different languages, to defend Cenarrusa (“Pete Cenarrusaren defentsan. In Memorian (1917-2013)”—“In defense of Pete Cenarrusa. In Memorian (1917-2013),” October post). It was a good example of digital networking and collaboration for a common cause. However, this was not an isolated event regarding the Basque diaspora. Sadly, nearly at the same time, ABC’s sister tabloid El Correo published a series of defamatory reports against the former president of the Basque Club of New York. Once again, ignorance and hatred laid beneath the personal attacks against public figures, for the only reason of being of Basque origin.

Basque literature, in the Spanish and English languages, was quite present in the blog throughout the year. Mikel Varas, Santi Pérez Isasi, and Iván Repila are among the most prolific and original Basque artists of Bilbao, conforming a true generation in the Basque literature landscape of the 21st century (“Nosotros, Bilbao”—“We, Bilbao,” April post). The year 2013 also marked the 10th anniversary of “Flammis Acribus Addictis,” one of most acclaimed poetry books of the late Sergio Oiarzabal, who left us three years ago (“Flammis Acribus Addictis,” June post). The blog also featured the late Basque-American author Mary Jean Etcheberry-Morton’s book, “Oui Oui Oui of the Pyrenees”, which is a welcoming breath of fresh air for the younger readers (“Yes!July post).

This has been a year filled with opportunities and challenges. Personally, I have been inspired by the greatness of those who keep moving forward in spite of tragedy and unforeseen setbacks, and by those who are at the frontline of volunteering (“Aurrera”—“Forward,” December post).

Thank you all for being there. Now, you can also find us on Facebook. I would love to hear from you. Happy New Year!

Eskerrik asko eta Urte berri on!

(NOTE: Remember to use Google Translate. No more excuses about not fully understanding the language of the post).

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Flammis Acribus Addictis

“Confutatis maledictis,

Flammis Acribus Addictis,

voca me cum benedictis”

Wolfgang Amadeus Mozart (Requiem Mass (K626) in D Minor, Vienna in 1791)

Ten years ago Basque poet Sergio Oiarzabal, from Bilbao, won the National Poetry Prize Miguel Hernández Foundation in 2003 with his acclaimed work “Flammis Acribus Addictis,” which was published two years later. He defined his literary work with the concept of “violent poetry,” understood as a passionate, impetuous, and fiery poetry. He was influenced by the French Surrealism and the Generation of ‘27 movements. Sergio became one of the most significant figures of his generation in the world of Basque poetry written in Spanish.

NADIE ME HA QUERIDO COMO TÚ

con tus labios que al separarlos de mí,

de mí hicieron una marejada que se aleja,

con tu voz que al susurrarse en mis oídos,

peine las altas hierbas de mi gran silencio,

con tu piel que junto a mi piel son y serán

barcas y arena de crepúsculos rojizos,

no, nadie me ha querido como tú.

(Fragment of the poem “Sociedad Secreta” ©).

Flammis-Acribus-Addictis-Sergio-Oiarzabal-2013

ÚNICAMENTE TENGO MI PALABRA

la doy en la escarcha que aguarda con mis siglos la ceniza,

y avanza hasta la sequía pero cantando en las piedras que con mis labios se hicieron redondas,

y la reparto con las semillas que olvidaran el origen tan tuyo de estas raíces;

una palabra que fuera salvación en el naufragio de las tempestades,

una palabra que celebra misas negras en los festines del exceso,

una palabra que será amotinamiento y última afrenta en los calabozos y el patíbulo,

para los niños con pulgas que un día se reirán de que lloraron,

para las reinas de la lencería roja que únicamente lamen lascivas mentiras viejas,

para los muertos míos que un día besé en el esplendor de todas sus cicatrices,

únicamente mi palabra,

aquellos erizos que hicieron galerías en las sombrías tierras de un alma y en su fango,

estas cuerdas que hoy la mañana hace de sus horas un arpa inmensa de resplandores,

tantas gusanas que carcomen con ocasos huesos tan rotos como los de mi voz negra;

únicamente mi palabra,

que soportó mis latidos días, meses, años, y centurias con rigor de semilla, con paciencia que roe demoras,

únicamente mi palabra,

hasta que de una vez y para siempre sople el viento sople, estas y todas mis palabras de arena inoportuna

(Poem “Auto de Fe” ©).

Mozart Requiem Mass, Confutatis maledictis.

NO TENGO MIEDO A LA MUERTE, TENGO MIEDO A MORIR
acaso no tiembla la tierra como una hoja cuando se aproxima ardiendo el otoño?
pero en mi voz la primavera me otorga el pleno gozo de lo jamás vivido,
y ¡ay de mi corazón de agua cercado por cinco lunas nuevas!
No, no temo más muerte que el fulgor de un último rayo,
que el final de las escalinatas podridas,
que el cáliz no ofrecido en ceremonias secretas,
o que la visión del precipicio hacia los vientos enzarzados en llamas,
no, no temeré más muerte.
Yo no seré la rosa que se abre y marchita en un mismo tallo,
habré de ser fugaz la estrella que atraviesa el universo de una vez para siempre,
y ¡ay de mi corazón negro cercado por cinco lunas de agua!
Cada mañana rastreo las huellas de un sol que se aleja con asco,
dejo una daga ensangrentada en las humaredas que por los cielos huyen,
deshojo con ensueño margaritas de una infancia que no se olvida,
y enloquecido le susurro a los labios carnosos de la noche y el beso;
no tengo miedo a la muerte no, tengo miedo a morir,
a siempre quizás echar el cerrojo de un último verso por su actitud parricida,
¡y ay de mi corazón de piedras cercado por cinco lunas de musgo!

(Poem “Aseranada” ©).

“Only when I write I speak out…my best poem is the one I have not written yet.” Sergio left us today three years ago, at the age of 36.

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Sucede que a veces

 “Pero sucede también que, sin saber cómo ni cuándo, algo te eriza la piel y te rescata del naufragio

Ismael Serrano (Sucede que a veces, 2005)

— ¿Sabes a qué día estamos?

— Estamos a 30. Me lo preguntas por el blog ¿verdad?

— Pues, sí. ¿Y? ¿Tienes preparado algo? No me digas que este mes no vas a escribir nada.

— No sé qué decirte. Me siento mal porque va a ser la primera vez que no escribo en los cuatro años de vida de Basque Identity 2.0. ¡Cómo pasa el tiempo! Cuando empezó todo esto me decía, “Qué menos que escribir al menos una vez al mes”. Pues ya ves, estamos a 24 horas de terminar mayo, y…nada de nada. No sé me ocurre nada. Quizás es hora de pensar que todo lo que tiene un inicio también tiene un final…

— ¡¡Cuatro años!! Y además estáis de enhorabuena, acabáis de renovar el diseño de todos los blogs…Si es que ya no nos da la vida. Cuánta razón tienes. Nos pasa a todos. No te preocupes. En fin…¿Y en que andas metido?

— Estoy preparando un trabajo que voy a presentar en una conferencia sobre “Testimonios Digitales de Guerra y Trauma” en Róterdam, entre el 12 y el 14 de junio. Ah, y lo mejor es que ya tenemos preparado la nueva edición de Euskal Herria Mugaz Gaindi, y ya va por la novena. Y esta vez lo hacemos en Bilbao.

— ¿Y de qué va?

— Vamos a hablar sobre las diversas migraciones y exilios vascos que han ocurrido a lo largo de la historia, pero haciéndolo desde la perspectiva de aquellos que regresaron a Euskal Herria. La verdad es que estoy muy ilusionado con el seminario por la buena aceptación que ha tenido: una veintena de ponentes, de once instituciones, de seis países…Y pensar que tan solo hace nueve años Mugaz Gaindi era una pequeña reunión de amigos interesados en el devenir de los estudios vascos y de aquellos que en su día abandonaron el país. Es increíble cómo cambia todo. Y sucede que a veces cambia a mejor.

— ¿Y cómo se llama? ¿Cuándo es?

— El título del seminario es “Reflexiones sobre los Retornos en las Migraciones y los Exilios Vascos”, y tendrá lugar en la Universidad de Deusto los días 18 y 19 de junio.

IX EHMG Deusto 2013

— Vaya mes que te espera.

— Pues, a finales de junio me voy a Estados Unidos con un nuevo proyecto de investigación.

— ¡Qué suerte! Ya me contarás. Dime, ¿y cómo vais a celebrar el décimo aniversario del Mugaz Gaindi?

— Y si te digo…Nueva York, Nueva York…pero bueno esa es otra historia.

— No me extraña que no tengas tiempo para el blog.

— Podría decirse que es así, el trabajo, ya sabes, pero…solo en parte…al principio del mes me volvió a escribir…

— ¿Ha vuelto de América?

— No. Sigue allí, tan lejos y tan cerca como siempre.

— ¿Qué te decía?

— Recordaba su última carta: “Anoche soñaba que despertaba jugando con tu pelo, que paseábamos por la arena y que tus dedos de brisa acariciaban mis sentidos, y que recorría toda tu espalda muy despacio, sin prisa pero sin detener el tiempo. Anoche creíamos que la lluvia no pararía, y hoy el sol nos indica que el tiempo continúa. Echaré en falta todo lo que pudo ser…

— Creo que es la mejor excusa que jamás he oído en mi vida para no actualizar un blog. Pero volverá, ¿verdad?

— Sucede que a veces la vida no es solo trabajo…“Y siempre es viernes, siestas de verano…abrazos que incendian la aurora en las playas del sur…”

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Nosotros, Bilbao

Luna de aquel Bilbao… allí vivió el amor… cuantos recuerdos… llevo aquí adentro… sé que les vuelvo a contar siempre el mismo cuento, pero no habrá un lugar donde una pueda estar tocando el más allá, como el Bilbao

Bertolt Brecht y Kurt Weill (Canción de Bilbao, 1929)

En estos tiempos donde siempre hay alguien que irremediablemente se empeña en sembrar sombras que se cuelan en nuestros sueños de ciudad improvisada; igualmente, digo, hay quienes imaginaron e imaginan otras geografías posibles iluminadas por destellos deletreados que dejan a las sombras vencidas, mientras perfilan coordenadas de compromiso y esperanza. Ayer fueron Juan, Blas, Gabriel o Ángela y muchos otros… hoy… bien podrían ser Mikel, Santi o Iván y otros muchos.

Mikel Varas (Bilbao, 1980)

“Cada instante, algo se quiebra y, situado entre la luz y el vacío, crea la sombra y hace que la luz tenga sentido… Me sirvo de la luz y de las sombras para escribir palabras en el aire, para que los pájaros puedan leerlas” (Artista).

Un Sol cabizbajo

borra mi silencio.

Un tumulto.

Un problema.

Una risa.

Un sollozo

pero solo en el ojo derecho.

El otro está cansado.

Se acostumbró a vivir…

A vivir llorando.

(Poema “Abando 5 a.m.”, Mikel Varas ©).

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(Escultura “Agur”, de la Serie “Madera de Ciudad”, Mikel Varas ©).

Santi Pérez Isasi (Bilbao, 1978)

“Ahora me voy… Pero me quedo… Un bilbaíno nunca se aleja mucho de Bilbao, por muy lejos que vaya; un bilbaíno nunca es más bilbaíno que cuando está lejos de Bilbao. Bilbao seguirá siendo la ciudad de mi infancia, de mi familia y de mis amigos” (Dos años ya).

Una vez que estaba especialmente aburrido, o especialmente inspirado, no lo sé, decidí matarme. No suicidarme, que es una cosa tremendamente vulgar y que ya se ha hecho miles de veces, sino matarme como si matase a otra persona; matar a Santi Pérez Isasi, no a mí; no yo a mí mismo sino… bueno, eso.

Así que empecé a hacer las cosas que creo que haría si quisiera matar a otra persona. Primero, para disimular empecé a tratarme especialmente bien a mí mismo. Me llevaba a cenar a sitios caros; me acompañaba de librerías (aunque todo el mundo sabe que a mí en realidad también me gusta ir de librerías); me daba masajes en la espalda, en los pies, en las piernas… Sobre las cosas que me hacía a mí mismo en otras áreas prefiero no hablar.

Una vez conseguida mi confianza, empecé a llevar la cuenta de mis hábitos. Lamentablemente, pronto descubrí que Santi Pérez Isasi es una persona de pocos hábitos: es imposible saber a qué hora va a salir de casa, ir a trabajar o bajar a tomarse un café. Maldita vida sin horarios…

De manera que mi mejor opción de cogerme desprevenido era esperarme a la puerta de casa un día que hubiera salido… [cont.]

(Fragmento de “Matar a Santi Pérez Isasi”, Santi Pérez Isasi ©).

Iván Repila (Bilbao, 1978)

“Si quedara un solo hombre o una sola mujer sobre la Tierra, seguiría soñando. No tengo ninguna duda. Si quedaran dos, el primero le contaría el sueño al segundo” (Entrevista).

—¿Y qué crees que encontrarás al final?

—No me importa. Quizá haya un castigo, o una recompensa. Quizá haya dolor, nada más que dolor, un dolor tan blanco que me deje ciego. Me da igual. La vida es maravillosa, pero vivir es insoportable. Yo quiero acotar la existencia. Pronunciar durante un siglo una larga y única palabra, y que ella fuera mi verdadero testamento.

—¿Un testamento para quién?

—Para quienes puedan entenderlo.

—¿Crees que seré recordado?, pregunta el Pequeño.

—Quizá por tus contemporáneos, por tu generación, responde el Pequeño.

—Eso no es suficiente. No sé si pertenezco a alguna generación: ninguno de mis seres queridos tiene mi edad. Seré recordado por todos, hasta que no quede un solo hombre sobre la tierra.

—¿Y por qué habrías de serlo? [cont.]

(Fragmento de “El niño que robó el Caballo de Atila”, Iván Repila ©).

Mikel, Santi e Iván nos invitan a explorar una nueva cartografía de vocales y consonantes. Florecen nuevas letras en la ciudad de titanio con una clara voluntad de futuro y de acción, con libertad de estilo, imaginativa y comprometida.

Llego la primavera y pronto el verano, y los casi tres años transcurridos desde que Sergio nos dejó bien podrían haber sido tan solo tres interminables segundos que se funden en abrazos en el despertar de la noche. “Hacia la luna he de volar sobre ella, serpiente azul con mil ojos que adora el fondo que en su noche sueña en calma. Hasta entonces la observo en una estrella, vigilo por si vuela a cada hora y así no pierda Bilbao lo que es su alma”. Nuestro Bilbao.

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The fourth man of California

Comrades, the doors opened, and slavery ended, breaking the heavy chains that oppressed youth. Be rebellious and never daunt before the enemy oppressor”

(The 1938 Fort San Cristóbal escape anthem written by Rogelio Diz Fuentes, Prisoner #1104, and Daniel Robado, Prisoner #1133)

Next May 22 marks the 75th anniversary of the massive escape from Fort Alfonso XII, also known as Fort San Cristóbal, which became one of the largest and most tragic prison breaks, during wartime, in contemporary Europe. However, History has not been too keen on recording this episode compared with similar events. Paul Brickhill’s autobiographical book “The Great Escape” (1950) narrates the heroic prison break of 76 allied prisoners of war from the German Stalag Luft III camp (Żagán, Poland) in March 1944. Fifty escapees were caught and murdered by the Gestapo, and only 3 succeeded by reaching Sweden and Spain, which were neutral territories during World War II. The story was immortalized by the memorable film “The Great Escape” (1963). On the other hand, in the case of the escape from Fort San Cristóbal, 795 people broke free, 206 were murdered, and, coincidentally, only 3 succeeded by crossing the French border. Contrarily, only silence, fear, and brutal repression resulted from this prison break.

Fuerte San Cristóbal / EzkabaAerial view of Fort San Cristóbal-Ezkaba. Image source: Iñaki Sagredo ©.

Located at the top of San Cristóbal or Ezkaba Mountain, a few miles away from Iruña (Nafarroa), the fort was built as a military compound between the end of the 19th century and the beginning of the 20th century. Obsolete for its original purpose, the fort was turned into an improvised political prison from the very beginning of the Spanish Civil War until 1945.

Although it is difficult to know the exact number of inmates at the time of the escape, it is estimated that there were approximately 2,487 prisoners from different areas of Spain. Many of them were affiliated to or sympathizers of leftist and nationalist political parties and trade unions as well as soldiers and militiamen, loyal to the Republic and the Basque government. The harsh living conditions within the fort walls, hunger, sickness and the sadistic behavior of some wardens fuelled the prison break with the clear political goal of continuing the fight against the rebel troops. A planned mutiny led by Leopoldo Picó Pérez (Prisoner #319) and Baltasar Rabanillo Rodríguez (Prisoner #1012)—communist militants from Bilbao and Valladolid, respectively—resulted in freeing one-third of the total prison population. Many were ill-prepared for the escape, without provisions and proper clothing.

During the following days, nearly 28% of the escapees were brutally murdered by Francisco Franco’s army in the nearby fields and mountains, while the rest of the men were soon captured enduring forty days of isolation and inhuman treatment. Thirteen so-called leaders, including Baltasar, were sentenced to death. Leopoldo was also intercepted and brought to prison. He was shot without trial. Another 46 captured fugitives died in the fort between 1938 and 1943 due to sickness and sordid cruelty.

Only 3 men—Valentín Lorenzo Bajo, José Marinero Sanz, and Jovino Fernández González—as it was documented later on, succeeded in getting to the French border, 30 miles away from the fort.

However, the story did not end here. In 1998, a man visiting from California had a series of casual encounters with six different people in an area from where he recalled escaping to France after fleeing away from Fort San Cristóbal sixty years earlier. The man told them that he was born in Azagra (Nafarroa) in 1918, being imprisoned in the Ezkaba fort from where he broke free in 1938. He finally managed to cross the border, finding refuge in Martin Urrels’ farmhouse in Banka. There, he learnt about Martin’s two brothers, Michel and Jean, who lived in the Cedarville area, California, working as sheepherders. Michel and Jean had immigrated into the United States in 1910 and in 1914, respectively. From France he left to Mexico, crossing the border to California, where he worked for the Urrels brothers for a few years. The man went to explained how he enlisted in the United States Army during World War II, being deployed to Europe as part of a tank battalion. After the war, he got involved in the trucking business that his sons inherited.

This was the story as remembered by some of the people who met the strange visitor. In his 80s the man from California decided to reencounter the past through revisiting his memories. Though his identity is still a mystery, the story should corroborate the existence of a fourth escapee. This could mean that the Ezkaba escape was the most successful prison break in contemporary Europe.

Back in 1938, Diario de Navarra, a local newspaper, published a distorting note on the tragic event, while describing the escapees as “murderers, robbers, and thieves who had abused the human regime of Franco’s Spain.” The escape was another clear example of the official amnesia imposed by Franco during his four-decade dictatorial regime. However, it became part of the collective memory of many who never forgot May 22, 1938. In 2000, the Association Txinparta was set up to recover the historical memory of the Fort of San Cristóbal prisoners between 1934 and 1945. Similarly, in November 2002, the Association of the Family Members of the Executed, Murdered and Missing People in Navarre in 1936 was also established to honor the memory of more than 3,300 people who were murdered in Nafarroa during the Spanish Civil War. In 2006, Iñaki Alforja directed the documentary “Ezkaba, the great escape from Franco’s jails”.

If you have any information on the Fort San Cristóbal escape and, particularly, on the identity of the fourth man please contact us by sending a message. We would love to hear from you!

Many thanks to Fermín Ezkieta for sharing his excellent and extensive work on the history of the escapees from Ezkaba.

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