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Traductor de Sueños

“Cuando pronuncio la palabra Futuro,
la primera sílaba pertenece ya al pasado.
Cuando pronuncio la palabra Silencio,
lo destruyo.
Cuando pronuncio la palabra Nada,
creo algo que no cabe en ninguna no-existencia”

                                                                 Wislawa Szymborska (Las tres palabras más extrañas, Instante, 2002)

Hoy recordamos al poeta vasco Sergio Oiarzabal y a su libro “Traductor de Sueños por Babilonia”, editado de manera póstuma por Masmedula Ediciones en 2010.

BUSCARÉ EN LA PALABRA HASTA ENCONTRARTE

aunque haya de dormir a la intemperie, entre abismos, no me importa,

sé soportar el doloroso hallazgo de cuando una puerta te da la espalda,

en tu alma la llama de los dones hace años que lo ocupa todo,

las sombras están a la espera de ser arañadas por la añoranza,

nunca le importunó lo bastante al camino saber hasta dónde,

al igual que en los pueblos tus besos están llenos de habladurías,

cúantas tardes he comulgado las hostias dulces de tus pechos,

para qué mirar al mar si se ha de naufragar en otra carne,

que deshacer ahora la maleta de una vida sería toda una locura,

y decidido en campanas de cristal sobornaré a la mismísima muerte,

mientras las ninfas alcoholizadas cantan sus cuitas mejor que nunca,

no temo para nada vaciarme por dentro y por dentro llamarte a gritos,

para nada temo cavar mi espíritu del mismo tamaño que el de tu cuerpo,

y para nada desenterrarme vivo donde únicamente caben los dulces años de tu nombre.

(Poema “No hay por qué subestimar a las nubes” ©).

Traductor-de-sueños-por-BabiloniaME RECUERDAS A LA LUZ MÁS OCULTA DEL DÍA

mientras regreso a lo que jamás se abandona, al tiempo que nos conquista,

porque pensar en otra persona no deja de ser milagro,

porque tu voz tal vez sea pelirroja desde siempre,

porque dentro de poco morderé la manzana de tu boca,

porque tu piel es agua quieta que añora un nombre,

me recuerdas al mar que jamás por nadie podrá ser enterrado.

(Fragmento del poema “Fugaz por dolorosa” ©).

Homenaje a Sergio Oiarzabal (17 de febrero de 2011, Biblioteca Bidebarrieta, Bilbao).

HOY HAS LLEGADO EN UNA CARTA

desde Isla Capital nº 67, Avda. Oleaje, Marisma;

lo sé por el sol y las algas, por el día y la brisa, por tu espalda curtida por la historia,

y te he recibido en el salón de los relojes que hay al final de mis ojos,

cuántas noches me he perfumado las manos con tus palabras,

pero cuántos años me has pintado la boca con el carmín de tus palabras,

y te he arropado entre las pieles salvajes de mi cuerpo

suaves como los ríos, suaves como en invierno, suaves…

al verte de nuevo desnudarte frente a mí

bajo las sedas trasparentes donde tu voz vive apresada por las mieles,

he podido acariciar los adverbios de tu cabello,

tenías los labios pintados de un neologismo glorioso,

vi que en tus piernas había puntos suspensivos,

y tus pechos olían al ¡Oohhh! de los niños cuando los cuentos,

al ¡Oohhh! en los fuegos artificiales, ante un gran truco de magia,

y tus brazos eran dos signos exclamativos que salvaguardan tu existencia,

tu existencia que reluce,

tu existencia madre de las vocales que deletrean un abecedario nuevo.

 

Eres por tanto la frase inconclusa que hoy pretendo dejar escrita para siempre.

(Poema “Isla capital” ©).

“Propagad la voz en el barrio como una epidemia de confusiones. Propagad la voz en el barrio de que aún sigo vivo”. Sergio nos dejó tal día como hoy hace cinco años.

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Bilbao

“[La luna] es una piedra que se hunde en un lago de memoria, un espejo opaco, una sonrisa sin dientes”

(Iosu Expósito en Beñat Arginzoniz, Pasión y muerte, 2013: 48)

En la pista de despegue.

La velocidad se incrementa. La fuerza me empuja contra el respaldo del asiento… ¿Y si todo terminase aquí? ¿A dónde irían mis últimos pensamientos? ¿Y si todo terminase en este instante? Me apresuro a buscar un bolígrafo y un trozo de papel en el bolsillo del abrigo que reposa sobre mis piernas. Escribo con premura estas líneas que leen. Ya estamos en el aire. El instante ya ha dejado de existir.

20150309_174024Amanece en Bilbao. Febrero de 2015.

En el aire.

Miro a mi derecha. Ha amanecido. Entre nubes grises, rayos de luz roja. Dejo atrás ese ya Bilbao post-apocalíptico de Gabriel Aresti, “Oskarria zabaltzen da / euskaldunen lurrean” (“Rompe un rojo amanecer / en la tierra de los vascos”).

Me sumerjo en la lectura del último libro de Joseba Zulaika sobre una generación que ya tenía mayoría de edad cuando mis ojos vislumbraron por primera vez el mundo. “Ese Minotauro ciego se convertiría no solo en la expresión de la batalla amorosa librada por Picasso, sino también en el emblema de nuestra generación, la generación de ETA” (Vieja luna de Bilbao. Crónica de mi generación, 2014: 24). Entre mis manos yace el testamento de una generación, que en sí alienta la limitación de nuestra condición imposible. Se convierte en el deseo inacabable de conseguir lo improbable.

20140530_180040Zulaika en el Guggenheim Museoa. Mayo de 2015.

En Pasión y muerte de Iosu Expósito, Beñat Arginzoniz narra los últimos días del guitarrista de Eskorbuto. Es un Iosu enfermo que no se resigna a morir. “Ahora es la luna la que te busca. La luna te busca por las esquinas de la sorpresa. Sientes en tu espalda su mano helada, sus blancos dedos de cera, y escuchas su voz de ecos dormidos y de metales tristes” (2013: 48).

En Zulaika Bilbao también se resiste a morir. Parafraseando al fallecido Philip Levine, originario de la ciudad de Detroit, ésta al igual que el Bilbao dantesco de Zulaika o de Aresti es una ciudad devastada, la más devastada quizás, en la que “no hay menor atisbo de grandeza heroica. Lo único que queda son hombres, animales, plantas y flores que insisten en afirmar su derecho a la existencia” (The Art of Poetry No. 39, 1988). Cual ave fénix de la postmodernidad, “incluso después de las ruinas y la derrota persistió el mandato: debes cambiar tu vida, debes transformar la ciudad”, Zulaika proclama. Bilbao resucita.

20150312_081225bGuggenheim Museoa. Abril de 2015.

De similar manera que el avión batalla entre nubes, y el horizonte se discierne, no dejo de preguntarme por la fantasía aceptada de esa línea imaginaria que separa el cielo y la tierra, delimitando la frontera entre el reino de los dioses y el de los humanos. Ponemos rumbo a Budapest. Hoy atraparemos el infinito. El avión ha virado y el sol me ciega.

Llegamos a Budapest. El bolígrafo ha explotado en mis manos. Las marcas de la tinta han crucificado mi mano derecha. Ha dejado más huellas que los renglones aquí escritos. ¿A dónde irán estas palabras? ¿A quién le importarán?

En Budapest.

Tránsito por sus calles. Unas calles que poco tenían que ver con Rapsodia de sangre, una película de 1957 de Antonio Isasi-Isasmendi que recreaba la Hungría del otoño de 1956 bajo el horror del régimen soviético. La película había sido parcialmente filmada en Bilbao, convirtiendo al Nervión en el improvisado, aunque algo famélico, substituto del todopoderoso Danubio de la “Guerra Fría”. Sucumbíamos a un verdadero juego de artificio. Sucumbimos al exceso. En una de nuestras idas y venidas por la ciudad, la antropóloga Mariann Váczi conversa sobre Zulaika, su trabajo y por su puesto sobre su último libro. “¿Ves la luna?”, me pregunta. Era una esfera plena de luz que se proyectaba como nunca sobre los edificios de Buda. La ultima luna llena del año. Era aquella vieja luna de Bilbao que nos perseguía en Budapest y se bañaba en las mansas aguas del Nervión-Danubio.

Hablamos sobre un futuro prometedor y sobre su primer libro como si de un recién nacido se tratase (Soccer, culture and society in Spain. An ethnography of Basque fandom, 2015). “Más de cinco años de trabajo y en dos meses lo tendré en mis manos. ¿Qué se siente cuando por fin lo puedes tocar con tus propias manos?”. “Tan pronto lo tengas delante de ti ya no te pertenecerá, nos pertenecerá a todos”, le conteste.

20141213_012552cMariann Váczi. Diciembre de 2015.

En Bilbao.

Aterrizamos. Llueve. “La pasión de lo real”. El hecho mismo de la vida parece que se debate en el derby del Athletic y la Real. Mientras el equipo “local” alineaba a más jugadores guipuzcoanos que el “visitante”, éste contaba entre sus filas con más jugadores de Bizkaia que los de la cantera de Lezama. Ambos equipos yacían a los pies de la verdad. Se retrataban ante la efimeridad de la identidad; ante el espejo inverso de la supervivencia.

Hacia Reno.

Retorno. Regreso a las últimas páginas de Vieja luna de Bilbao. El círculo se está completando. La lectura está a punto de terminarse y el capítulo de mi nueva estancia a punto de iniciarse. Desde la lejanía, Bilbao es nuestro Sergio al que ya no puedo volver. “No finaliza el viaje. No. Yo nazco, nací, yo nazco en la palabra. Ella es el carmín rojo de los deseos” (Delicatessen Underground. Bilbao Ametsak, 2008).

[Nota: Todas las fotografías son de Pedro J. Oiarzabal ©]

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Le petit mort

A Juan Larrea

¡Oh deseable! Tan deseable muerte por un momento que trasciende el sueño. Desvelaré la confesión oculta bajo el carmín de tus labios, bajo el carmín verde de tus labios, con alguna que otra nube traspasada por dagas en mis besos. Cómo me atraviesa el rayo desde la A a la U. Pero cómo veo todo, con ojos en blanco, cuando me poseen los versos que escribe locamente mi mano fenicia a expensas mías, en plenitud de desmayo. Yo te invoco Damisela con voz fugaz sin escapatoria, por tu color a rebelde barco, en la ciudad que desde que la abandonaste arde todos los diciembres de cada mes, por la primavera que da a luz de cabaret tu claustrofobia impenetrable donde reinaba el humo de los motines, y tu poderosa voz sembrada de tantas puertas, ¡ay Damisela! cuando hasta tus rodillas se alzaban las columnas de los estilitas, cuando no dejas de ser un continente de las primicias para los tronos de la historia, cuando con tu lengua estrenaste un torreón en medio que relame de vez en cuando el mar golpeado por un martillo, ¡ay Damisela! mientras con tu respiración encendida de celdas, mientras con tus jadeos de carnaval perpetuo, mientras con tu silencio de enorme campana de cristal dieron las doce del espíritu y despiertan a su ser las cosas todas de su letargo.

Sergio Oiarzabal (1973-2010), “Delicatessen Underground (Bilbao Ametsak)” (2008).

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Recap: Volume III, 2013

Similar to the imminent art of improvising verses in the Basque language, or bertsolaritza, our life, especially in the digital world, is ephemeral. This oral tradition reaffirms and expresses an identity rooted in a specific area but with a global projection thanks to the emergent technologies of information and communication. Since its inception Basque Identity 2.0 has assumed the challenge of its own fugacity by exploring different expressions of Basque identity, understood in transnational terms, through a global medium. Perhaps, this comes down to accepting that our ephemeral condition is what really helps to shape our collective memory and identity, and which are constantly revisited and reconstructed.

Bertsolaritza-2013Maialen Lujanbio, bertsolari or Basque verse improviser, sings about the Basque diaspora. Basque Country Championship, Barakaldo (Bizkaia), December 15, 2013. Source: Bertsoa.

In June, we celebrated the 4th anniversary of Basque Identity 2.0. I would like to acknowledge our colleagues and friends from A Basque in Boise, About the Basque Country, EITB.com and Hella Basque for their continuous support and encouragement (“Sucede que a veces”—“It happens sometimes,” May post).

We began the year reflecting on our historical memory, which has increasingly become a recurrent topic in the blog for the past two years. Through the stories of Pedro Junkera Zarate—a Basque child refugee in Belgium from the Spanish Civil war—Jules Caillaux—his foster dad while in Belgium, and one of the “Righteous among the Nations”—and Facundo Sáez Izaguirre—a Basque militiaman who fought against Franco and flew into exile—I attempted to bring some light into a dark period of our history. Their life stories are similar to some extent to many others whose testimonies are critical to understand our most recent history of self-destruction and trauma (“Algunas personas buenas”—“Some good people,” February post). Some of these stories are part of an ongoing oral history project on Basque migration and return. As part of the research I was able go back to the United States to conduct further interviews and to initiate a new community-based project called “Memoria Bizia” (“#EuskalWest2013,” November post).

In addition, May 22 marked the 75th anniversary of the massive escape from Fort Alfonso XII, also known as Fort San Cristóbal, in Navarre, which became one of the largest and most tragic prison breaks, during wartime, in contemporary Europe. This was the most visited post in 2013 (“The fourth man of California,” March post).

On the politics of memory, I also explored the meaning of “not-forgetting” in relation to the different commemorations regarding the siege of Barcelona 299 years ago, the coup d’état against the government of Salvador Allende 40 years ago, and the 12th anniversary of the terrorist attacks against the United States. Coincidentally, September 11th was the date of these three historical tragic events (“El no-olvido”—“Not-to-forget,” September post).

The Spanish right-wing newspaper ABC led the destruction of the persona of the late Basque-American Pete Cenarrusa, former Secretary of the State of Idaho (United States), by publishing an unspeakable obituary. Nine blogs from both sides of the Atlantic (A Basque in Boise, About Basque CountryBasque Identity 2.0Bieter Blog, 8 Probintziak, Nafar Herria, EuskoSare, Blog do Tsavkko – The Angry Brazilian, and Buber’s Basque Page) signed a common post, written in four different languages, to defend Cenarrusa (“Pete Cenarrusaren defentsan. In Memorian (1917-2013)”—“In defense of Pete Cenarrusa. In Memorian (1917-2013),” October post). It was a good example of digital networking and collaboration for a common cause. However, this was not an isolated event regarding the Basque diaspora. Sadly, nearly at the same time, ABC’s sister tabloid El Correo published a series of defamatory reports against the former president of the Basque Club of New York. Once again, ignorance and hatred laid beneath the personal attacks against public figures, for the only reason of being of Basque origin.

Basque literature, in the Spanish and English languages, was quite present in the blog throughout the year. Mikel Varas, Santi Pérez Isasi, and Iván Repila are among the most prolific and original Basque artists of Bilbao, conforming a true generation in the Basque literature landscape of the 21st century (“Nosotros, Bilbao”—“We, Bilbao,” April post). The year 2013 also marked the 10th anniversary of “Flammis Acribus Addictis,” one of most acclaimed poetry books of the late Sergio Oiarzabal, who left us three years ago (“Flammis Acribus Addictis,” June post). The blog also featured the late Basque-American author Mary Jean Etcheberry-Morton’s book, “Oui Oui Oui of the Pyrenees”, which is a welcoming breath of fresh air for the younger readers (“Yes!July post).

This has been a year filled with opportunities and challenges. Personally, I have been inspired by the greatness of those who keep moving forward in spite of tragedy and unforeseen setbacks, and by those who are at the frontline of volunteering (“Aurrera”—“Forward,” December post).

Thank you all for being there. Now, you can also find us on Facebook. I would love to hear from you. Happy New Year!

Eskerrik asko eta Urte berri on!

(NOTE: Remember to use Google Translate. No more excuses about not fully understanding the language of the post).

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Flammis Acribus Addictis

“Confutatis maledictis,

Flammis Acribus Addictis,

voca me cum benedictis”

Wolfgang Amadeus Mozart (Requiem Mass (K626) in D Minor, Vienna in 1791)

Ten years ago Basque poet Sergio Oiarzabal, from Bilbao, won the National Poetry Prize Miguel Hernández Foundation in 2003 with his acclaimed work “Flammis Acribus Addictis,” which was published two years later. He defined his literary work with the concept of “violent poetry,” understood as a passionate, impetuous, and fiery poetry. He was influenced by the French Surrealism and the Generation of ‘27 movements. Sergio became one of the most significant figures of his generation in the world of Basque poetry written in Spanish.

NADIE ME HA QUERIDO COMO TÚ

con tus labios que al separarlos de mí,

de mí hicieron una marejada que se aleja,

con tu voz que al susurrarse en mis oídos,

peine las altas hierbas de mi gran silencio,

con tu piel que junto a mi piel son y serán

barcas y arena de crepúsculos rojizos,

no, nadie me ha querido como tú.

(Fragment of the poem “Sociedad Secreta” ©).

Flammis-Acribus-Addictis-Sergio-Oiarzabal-2013

ÚNICAMENTE TENGO MI PALABRA

la doy en la escarcha que aguarda con mis siglos la ceniza,

y avanza hasta la sequía pero cantando en las piedras que con mis labios se hicieron redondas,

y la reparto con las semillas que olvidaran el origen tan tuyo de estas raíces;

una palabra que fuera salvación en el naufragio de las tempestades,

una palabra que celebra misas negras en los festines del exceso,

una palabra que será amotinamiento y última afrenta en los calabozos y el patíbulo,

para los niños con pulgas que un día se reirán de que lloraron,

para las reinas de la lencería roja que únicamente lamen lascivas mentiras viejas,

para los muertos míos que un día besé en el esplendor de todas sus cicatrices,

únicamente mi palabra,

aquellos erizos que hicieron galerías en las sombrías tierras de un alma y en su fango,

estas cuerdas que hoy la mañana hace de sus horas un arpa inmensa de resplandores,

tantas gusanas que carcomen con ocasos huesos tan rotos como los de mi voz negra;

únicamente mi palabra,

que soportó mis latidos días, meses, años, y centurias con rigor de semilla, con paciencia que roe demoras,

únicamente mi palabra,

hasta que de una vez y para siempre sople el viento sople, estas y todas mis palabras de arena inoportuna

(Poem “Auto de Fe” ©).

Mozart Requiem Mass, Confutatis maledictis.

NO TENGO MIEDO A LA MUERTE, TENGO MIEDO A MORIR
acaso no tiembla la tierra como una hoja cuando se aproxima ardiendo el otoño?
pero en mi voz la primavera me otorga el pleno gozo de lo jamás vivido,
y ¡ay de mi corazón de agua cercado por cinco lunas nuevas!
No, no temo más muerte que el fulgor de un último rayo,
que el final de las escalinatas podridas,
que el cáliz no ofrecido en ceremonias secretas,
o que la visión del precipicio hacia los vientos enzarzados en llamas,
no, no temeré más muerte.
Yo no seré la rosa que se abre y marchita en un mismo tallo,
habré de ser fugaz la estrella que atraviesa el universo de una vez para siempre,
y ¡ay de mi corazón negro cercado por cinco lunas de agua!
Cada mañana rastreo las huellas de un sol que se aleja con asco,
dejo una daga ensangrentada en las humaredas que por los cielos huyen,
deshojo con ensueño margaritas de una infancia que no se olvida,
y enloquecido le susurro a los labios carnosos de la noche y el beso;
no tengo miedo a la muerte no, tengo miedo a morir,
a siempre quizás echar el cerrojo de un último verso por su actitud parricida,
¡y ay de mi corazón de piedras cercado por cinco lunas de musgo!

(Poem “Aseranada” ©).

“Only when I write I speak out…my best poem is the one I have not written yet.” Sergio left us today three years ago, at the age of 36.

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Nosotros, Bilbao

Luna de aquel Bilbao… allí vivió el amor… cuantos recuerdos… llevo aquí adentro… sé que les vuelvo a contar siempre el mismo cuento, pero no habrá un lugar donde una pueda estar tocando el más allá, como el Bilbao

Bertolt Brecht y Kurt Weill (Canción de Bilbao, 1929)

En estos tiempos donde siempre hay alguien que irremediablemente se empeña en sembrar sombras que se cuelan en nuestros sueños de ciudad improvisada; igualmente, digo, hay quienes imaginaron e imaginan otras geografías posibles iluminadas por destellos deletreados que dejan a las sombras vencidas, mientras perfilan coordenadas de compromiso y esperanza. Ayer fueron Juan, Blas, Gabriel o Ángela y muchos otros… hoy… bien podrían ser Mikel, Santi o Iván y otros muchos.

Mikel Varas (Bilbao, 1980)

“Cada instante, algo se quiebra y, situado entre la luz y el vacío, crea la sombra y hace que la luz tenga sentido… Me sirvo de la luz y de las sombras para escribir palabras en el aire, para que los pájaros puedan leerlas” (Artista).

Un Sol cabizbajo

borra mi silencio.

Un tumulto.

Un problema.

Una risa.

Un sollozo

pero solo en el ojo derecho.

El otro está cansado.

Se acostumbró a vivir…

A vivir llorando.

(Poema “Abando 5 a.m.”, Mikel Varas ©).

pale-agur-Mikel-Varas

(Escultura “Agur”, de la Serie “Madera de Ciudad”, Mikel Varas ©).

Santi Pérez Isasi (Bilbao, 1978)

“Ahora me voy… Pero me quedo… Un bilbaíno nunca se aleja mucho de Bilbao, por muy lejos que vaya; un bilbaíno nunca es más bilbaíno que cuando está lejos de Bilbao. Bilbao seguirá siendo la ciudad de mi infancia, de mi familia y de mis amigos” (Dos años ya).

Una vez que estaba especialmente aburrido, o especialmente inspirado, no lo sé, decidí matarme. No suicidarme, que es una cosa tremendamente vulgar y que ya se ha hecho miles de veces, sino matarme como si matase a otra persona; matar a Santi Pérez Isasi, no a mí; no yo a mí mismo sino… bueno, eso.

Así que empecé a hacer las cosas que creo que haría si quisiera matar a otra persona. Primero, para disimular empecé a tratarme especialmente bien a mí mismo. Me llevaba a cenar a sitios caros; me acompañaba de librerías (aunque todo el mundo sabe que a mí en realidad también me gusta ir de librerías); me daba masajes en la espalda, en los pies, en las piernas… Sobre las cosas que me hacía a mí mismo en otras áreas prefiero no hablar.

Una vez conseguida mi confianza, empecé a llevar la cuenta de mis hábitos. Lamentablemente, pronto descubrí que Santi Pérez Isasi es una persona de pocos hábitos: es imposible saber a qué hora va a salir de casa, ir a trabajar o bajar a tomarse un café. Maldita vida sin horarios…

De manera que mi mejor opción de cogerme desprevenido era esperarme a la puerta de casa un día que hubiera salido… [cont.]

(Fragmento de “Matar a Santi Pérez Isasi”, Santi Pérez Isasi ©).

Iván Repila (Bilbao, 1978)

“Si quedara un solo hombre o una sola mujer sobre la Tierra, seguiría soñando. No tengo ninguna duda. Si quedaran dos, el primero le contaría el sueño al segundo” (Entrevista).

—¿Y qué crees que encontrarás al final?

—No me importa. Quizá haya un castigo, o una recompensa. Quizá haya dolor, nada más que dolor, un dolor tan blanco que me deje ciego. Me da igual. La vida es maravillosa, pero vivir es insoportable. Yo quiero acotar la existencia. Pronunciar durante un siglo una larga y única palabra, y que ella fuera mi verdadero testamento.

—¿Un testamento para quién?

—Para quienes puedan entenderlo.

—¿Crees que seré recordado?, pregunta el Pequeño.

—Quizá por tus contemporáneos, por tu generación, responde el Pequeño.

—Eso no es suficiente. No sé si pertenezco a alguna generación: ninguno de mis seres queridos tiene mi edad. Seré recordado por todos, hasta que no quede un solo hombre sobre la tierra.

—¿Y por qué habrías de serlo? [cont.]

(Fragmento de “El niño que robó el Caballo de Atila”, Iván Repila ©).

Mikel, Santi e Iván nos invitan a explorar una nueva cartografía de vocales y consonantes. Florecen nuevas letras en la ciudad de titanio con una clara voluntad de futuro y de acción, con libertad de estilo, imaginativa y comprometida.

Llego la primavera y pronto el verano, y los casi tres años transcurridos desde que Sergio nos dejó bien podrían haber sido tan solo tres interminables segundos que se funden en abrazos en el despertar de la noche. “Hacia la luna he de volar sobre ella, serpiente azul con mil ojos que adora el fondo que en su noche sueña en calma. Hasta entonces la observo en una estrella, vigilo por si vuela a cada hora y así no pierda Bilbao lo que es su alma”. Nuestro Bilbao.

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i-bai musika

“La música es la taquigrafía de la emoción”

(Leo Tolstoy)

Mientras antropólogos culturales y etnomusicólogos nos relatan como la música es sin ninguna duda parte integral de una cultura y de las tradiciones orales de una sociedad, algunos sociólogos inciden en la importancia de la música y de las letras como elementos de socialización y de transmisión de información y de emociones. Aún más, investigadores pioneros en los campos de la neurología y psicología subrayan el impacto positivo de la música en nuestro desarrollo como persona y de nuestras propias estructuras emocionales. En sí, los sonidos en forma de canciones y relatos, al igual que aquellos aromas producidos en la cocina de nuestros mayores, se asocian a una memoria emocional anclada en un punto concreto de nuestra biografía. De esta manera, por ejemplo Joaquim Fuster argumenta que el motivo por el que una memoria es tan firme, tan sólida y tan duradera son las circunstancias emocionales en que se adquirió la memoria”. Ciertas memorias se encuentran asociadas a emociones específicas que son repetidas en el curso de la vida y que pueden ser evocadas, por ejemplo, por una determinada pieza musical, una imagen, un aroma o un sabor.

En nuestro pequeño planeta vasco han surgido un número de iniciativas innovadoras del ámbito cultural entre las que se encuentra muy especialmente Ibaimusic la cual reivindica el mundo de la música como forma de conectar con nuestras emociones, de relacionar nuestros sentidos con nuestras memorias, aunando en una misma sintonía-red a Euskal Herria y a la diáspora a través de la difusión de las diferentes tradiciones musicales vascas. Consecuentemente, esta propuesta cultural teje con intensidad una geografía de emociones y conocimientos que une a vascos de aquí y de allí, más allá de la distancia, y en donde Internet y las diversas aplicaciones digitales juegan un papel crucial. Nuestra comunidad global vasca toma cuerpo alrededor de un pentagrama acompañado por sus singulares signos musicales. El sociólogo vasco José Ignacio Ruíz Olabuenaga define esta comunidad como “una peculiar melodía constituida por las notas personales de todos los que nos sentimos vascos”.

Ibaimusicibaimusic “Emozioak lotuz-Conectamos emociones”

Proyectos como el de Ibaimusic nos proponen cientos y cientos de canciones que hilvanan cuentos e historias y nos transportan a otros tiempos y lugares que nos gustaría volver a visitar aunque fuera un instante…un solo instante. Nos acercan a placenteros recuerdos e imágenes que creíamos olvidados o desvanecidos en el tiempo, y que hacen que, al recuperarlos, las comisuras de nuestros labios se tornen en sonrisas. Imágenes de nuestra infancia inundan nuestra memoria y nos proyectan a otros tiempos donde lo imposible no existía en nuestro vocabulario y la vida se tornaba en un juego diario. ¿Cuál es la música vasca de tu niñez? ¿Qué recuerdos te traen las canciones e historias de tu infancia o juventud?

Y el tiempo transcurre. Y en nuestra memoria siguen perdurando un sinfín de sueños y de otros mundos posibles de alcanzar. Y a punto de iniciar un nuevo año echamos de menos las historias de aquellos vascos que decidieron quedarse en América, en Australia o en Europa y de aquellos otros que decidieron regresar y que durante años fueron recopiladas con extraordinaria paciencia por Alberto y por Kepa. Y seguimos echando de menos las palabras de Sergio y de tantos otros. Palabras forjadas por destellos de luz de estrellas que siempre dejan a la sombra vencida.

Jai Zoriontsuak eta Urte Berri On!!!

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Extraño

extraño, ña.

(Del lat. extranĕus). 1. adj. De nación, familia o profesión distinta de la que se nombra o sobrentiende, en contraposición a propio. U. t. c. s.; 2. adj. Raro, singular; 3. adj. extravagante. Extraño humor, genio Extraña manía; 4. adj. Dicho de una persona o de una cosa: Que es ajena a la naturaleza o condición de otra de la cual forma parte. U. t. c. s. Pedro es un extraño en su familia; 5. adj. Que no tiene parte en algo. Juan permaneció extraño A aquellas maquinaciones; 6. m. Movimiento súbito, inesperado y sorprendente; 7. f. Planta herbácea de la familia de las Compuestas, con tallo rollizo, velloso y guarnecido de muchas hojas alternas, aovadas, lampiñas, con dientes desiguales, y tanto más estrechas cuanto más altas están; flores terminales, grandes, de gran variedad de colores, pues las hay blancas, azules, moradas, encarnadas y jaspeadas. Procede de China, y se cultiva mucho como planta de adorno. serle a alguien ~ algo; 1. loc. verb. No estar práctico en ello o ser impropio para él. (Real Academia de la Lengua Española).

Me siento extraño. Mañana a estas horas habré regresado al país que me acogió durante tanto tiempo. Ya han pasado 7 siete años desde mi última visita, y 17 más desde que llegué por primera vez una noche de Septiembre en la que llovía a cantaros, había huelga del transporte público, estaba agotado, y no sabía ni una palabra de inglés. Fue una noche larga que me condujo a un amanecer resplandeciente, a uno de esos raros días, como aprendería más tarde, en los que el sol lucía. Parecía otro país. Sorprendentemente, a pesar del transcurrir de las horas mi inglés no había mejorado ni un ápice.

Los largos días, dieron paso al rápido pasar del tiempo. Ese primer año pronto se convirtió en el año fundacional de mi propio calendario. El Año 2, el Año 3, el Año 4…y de esta manera marcaba mi tiempo. Era un renacer, un rehacerse a sí mismo. El inicio. Dicen que el bíblico número 7 es sinónimo de muchos, muchos años…en sí la vida de los emigrantes es como las vidas de los gatos…

Esa primera mañana de mi primer día de mi primer año recorrí el campus de la universidad de norte a sur y me enamoré de su silencio, de la tranquilidad, de la serenidad, del paisaje, de los edificios, de los colores del otoño irlandés. Pensé en lo maravilloso que sería vivir allí para siempre. Pasado mañana me gustaría volver a desandar ese mismo camino andado hace tantos años. No sería tanto regresar al punto de partido sino de completar un viaje que inicie mucho antes de haber salido de Bilbao. Pero esa es otra historia. Sergio nunca pudo visitarme en Irlanda pero le gustaba oírme hablar de mis aventuras y sobre todo desventuras en el país de James Joyce. Ojala le hubiese hablado más de mi vida fuera de mi vida trazada desde mi nacimiento. Pasado mañana Sergio vendrá a pasear conmigo.

Ese breve instante de esa primera mañana dio lugar a 8 largos años, unos más felices que otros, pero todos intensamente vividos, gastando tantas vidas o más que la de los gatos. Me siento extraño como arqueólogo que hace catas en una memoria abandonada a su suerte, a un olvido interesado para poder rehacer el camino hacia otro destino sin mirar hacia atrás. Sin permitirme ningún lujo de sembrar nostalgias en el campo de la memoria, crucé el Atlántico para volver a empezar, para reinventarme un nuevo calendario; esta vez siendo consciente que todo calendario es caduco desde su primer segundo de vida.

Y de todo esto perduran esas pequeñas cosas de la vida…un paseo, un beso, un abrazo, un te quiero, el transcurrir de un viaje…Y por pequeñas merecen la pena ser vividas. A algunas las cambias y las muchas te hacen cambiar. Y todo cambia y que yo cambie no es extraño…

“Pero no cambia mi amor

Por más lejos que me encuentre.

Ni el recuerdo ni el dolor

De mi pueblo y de mi gente…”

(Julio Numhauser)

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Feliz Navidad 2.0(10)

“La distancia es la piedra de toque de los verdaderos afectos” (Henri Lacordaire)

Durante estas fechas millones de felicitaciones electrónicas de Navidad, Año Nuevo, Olentzeros, y Papa Noeles cruzan el ciberespacio, usurpando el tradicional lugar que ocupaban los “Christmas” de antaño, y liberan de esfuerzos titánicos a los carteros, y aligeran de peso (y de ingresos) al mundo logístico de las empresas de mensajería. Entre los grandes éxitos de la intersección del mundo de las tecnologías y la Navidad se encuentra “The Digital Story of Nativity”. “La Historia Digital de la Natividad” es un video que en apenas tres minutos presenta una versión didáctica y sumamente entretenida de la historia de la Navidad a través del mundo de las redes sociales como por ejemplo Facebook, Twitter, o Wikipedia y de aplicaciones como Google Maps o Foursquare. Bajo el sugerente título “Los tiempos cambian pero los sentimientos son los mismos” la compañía portuguesa Excentric ha creado uno de los videos más populares en YouTube con cerca de tres millones de visualizaciones en menos de dos semanas. Ciertamente la alta creatividad exhibida por Excentric le ha asegurado una excelente publicidad que ya está siendo recompensada tanto por el número de visitas a sus perfiles de Facebook y Twitter como por las felicitaciones recibidas por los profesionales del marketing y de la publicidad.

Mientras tanto las compañías de telefonía móvil intentan hacer su peculiar “agosto” en pleno invierno vendiéndonos el valor de la comunicación como antídoto tecnológico contra la tiranía de la distancia, la soledad y la ausencia de nuestros seres queridos. Blackberry, “Love Sharing the Love”, nos comunica que “nunca ha sido tan fácil compartir buenos deseos en Navidad”, mientras Apple y su iPhone nos sugieren un sinfín de aplicaciones, que van desde recetas culinarias a regalos, para asegurarnos “el éxito y la diversión esta Navidad”.

Es casi imposible olvidarnos de aquellos que ya no están pero cuya ausencia es ciertamente más notable estos días de reuniones familiares y de miradas hacia atrás, hacia ese horizonte lejano de meses, semanas y días pasados. La memoria no se mide tanto en función de nuestra capacidad para recordar sino en función de nuestra capacidad para no olvidar. Nos faltan Fermín y Margie, y Félix, y Sergio, y todos aquellos que nos dejaron levemente este año. Echo de menos a mis amigos esparcidos por Las Américas vascas…y a pesar de todo “estamos” más juntos que nunca. Y los afectos construyen puentes que disipan las brumas de las distancias, aunque estos se hayan construido con códigos binarios entrelazados como culturas hermanas a orillas del Océano Atlántico.

Jai Zoriontsuak eta Urte Berri On!!!

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